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Quiropráctica y esclerosis multiple

Quiropráctica y esclerosis multiple

subluxaciones/cervicales altas

 

Erin L. Elster, D.C. INTRODUCCIÓN OBJETIVO: El objetivo de este artículo es triple: Para examinar el papel del trauma de la cabeza y el cuello como factor que contribuye al inicio de la enfermedad de la esclerosis múltiple y la de Parkinson; Para explorar el diagnóstico y tratamiento del trauma provocado en la parte superior de la columna vertebral, a través del protocolo desarrollado por la INTERNATIONAL UPPER CERVICAL CHIROPRACTIC ASSOCIATION (IUCCA); y para investigar el potencial de mejorar y reducir la Esclerosis Múltiple y el Parkinson mediante la corrección de los traumas provocados en la zona cervical superior. En este estudio se presentan los datos de 81 pacientes de Esclerosis Múltiple y Parkinson quienes recordaron un trauma anterior, con lesiones en la zona superior de las cervicales y que recibieron cuidados acordes con el protocolo anteriormente nombrado.

91 por ciento los casos respondieron al cuidado con mejoría de los síntomas y reversión y/o no progresión de las enfermedades

CARACTERISTICAS CLINICAS: Los pacientes fueron seleccionados según el criterio de la autora. Cada paciente fue examinado y recibió cuidados quiroprácticos dentro de la consulta particular de la autora en un ambiente no controlado, durante un periodo de más de 5 años. De los 81 pacientes de Esclerosis Múltiple y Parkinson, 78 experimentaron al menos un trauma en la cabeza o cuello anterior al inicio de la enfermedad. En orden de frecuencia, los pacientes indicaron que habían sufrido accidentes de coche (39 pacientes), accidentes deportivos, como esquiando, cabalgando, andando en bicicleta, fútbol americano (29 pacientes); o caídas en aceras heladas o bajando escaleras (16 pacientes) . La duración entre el hecho traumático y la enfermedad varió entre los dos meses y los 30 años.

 

INTERVENCIÓN Y RESULTADO: Dos pruebas de diagnóstico, la proyección de una imagen infrarroja digital paraespinal y una radiografía láser-alineada, fueron realizadas de acuerdo con el protocolo del IUCCA. Estas pruebas identifican objetivamente las subluxaciones (desalineamiento de las vértebras superiores cervicales del canal neurológico) provocadas en la zona de las cervicales superiores, dando como resultado neuropatofisiología. Subluxaciones en las vértebras cervicales superiores se encontraron en los 81 casos. Después de administrar el tratamiento para corregir los traumas en sus cervicales superiores, 40 de 44 (91%) de pacientes con esclerosis múltiple, y 34 de 37 (92%) de los casos de Parkinson mostraron un mejoramiento sintomático y un estancamiento en la progresión de las enfermedades durante el período de cuidados.

CONCLUSIÓN: Parece existir una relación causal entre los traumas producidos en la parte superior de las cervicales y el inicio de las enfermedades, tanto para la Esclerosis Múltiple como para el Parkinson. Corrigiendo el daño en la zona de las cervicales superiores mediante el uso del protocolo IUCCA puede reducir y revertir la progresión de ambas enfermedades, Esclerosis Múltiple y Parkinson. Se recomienda un estudio mayor, en un ambiente controlado y experimental con un número mayor de ejemplos. INTRODUCCIÓN Mientras la relación entre el trauma en la cabeza y el subsiguiente desarrollo de la enfermedad de Parkinson o Esclerosis Múltiple, aún es controversial, muchos investigadores de Parkinson y Esclerosis Múltiple han confirmado la conexión. Varios investigadores han informado de la fuerte asociación entre el trauma de cabeza y el subsiguiente desarrollo de Parkinson en estudios controlados retrospectivos, y han encontrado que esta asociación era mucho más fuerte que otros agentes ambientales que durante largo tiempo se sospechaban de ser factores de riesgo para Parkinson. Como media, estos estudios encuentran que los traumas en la cabeza ocurrieron dos o tres décadas antes de que la enfermedad de Parkinson se desarrollara. En un estudio recientemente publicado, llevado a cabo en la Clínica Mayo y dirigido por el Dr. J.H Bower, se investigó la asociación entre el trauma en la cabeza y el Parkinson con más detalle. Tras revisar los historiales completos médicos en ambos casos y controles, el equipo de investigación fue capaz de determinar de manera objetiva un trauma en la cabeza con anterioridad. Los resultados del estudio sugirieron que el trauma en la cabeza se asociaba con el subsiguiente desarrollo del Parkinson, incluso cuando las limitaciones del estudio fueron tomadas en consideración. En una discusión argumentando el posible papel del trauma en el desarrollo de Esclerosis Múltiple, el Dr. Charles Posar sostiene que en algunos pacientes con Esclerosis Múltiple, ciertos tipos de trauma (Al cerebro y o a la columna vertebral, incluyendo el latigazo) pueden actuar como un gatillo para la aparición de nuevos o recurrentes síntomas. Poser sigue sugiriendo que el trauma en el sistema nervioso central puede alterar el barrera cerebral sanguínea, (BBB) lo cual muchos investigadores consideran ser un factor crítico en la formación de las lesiones de Esclerosis Múltiple. Su estudio llevado a cabo con monos demostró que un trauma medio inflingido en el sistema nervioso central, incluido daños causados por el latigazo, daban como resultado que la BBB se rompiera. También cita varios estudios que observaron la correlación entre los traumas y la formación o la exacerbación de las lesiones de la Esclerosis Múltiple. Va más allá cuando dice que la relación entre la espondilosis cervical y Esclerosis Múltiple ha sido muy bien documentada por investigadores de la Esclerosis Múltiple, revelando una correspondencia anatómica muy cercana entre la comprensión de la columna vertebral a al altura de las cervicales por espondilosis o discos herniados y placas intraespinales al mismo nivel. En 1996, un tribunal británico otorgó los daños a un demandante basándose en el rápido desarrollo de la Esclerosis Múltiple poco después de haber sufrido un accidente de coche.

El juez que presidía el caso, dijo que estaba de acuerdo de que el demandante sufriera un latigazo, y que los síntomas que más tarde se mostraron indicaba que la Esclerosis Múltiple se había desarrollado en el mismo área que había sido afectada por el accidente. Expertos testificaron que cientos de casos de Esclerosis Múltiple se diagnosticaron justo después de que ocurriera un accidente de coche; otros casos, declararon que estaban causados por casualidad. Mientras las relaciones entre los accidentes y el posterior desarrollo de la Esclerosis Múltiple y Parkinson se han establecido, los investigadores aún tienen que definir un mecanismo exacto para explicar el inicio de la Esclerosis Múltiple y el Parkinson después de un accidente, tampoco han aislado un método objetivo para medir y o diagnosticar el tipo de trauma que provoca daños y que parece precipitar el inicio de la Esclerosis Múltiple y Parkinson. Este trabajo sirve para demostrar los hechos mencionados mediante un resumen de casos, resultados de pruebas de diagnóstico, y las respuestas de los tratamientos quiroprácticos en 81 pacientes de Esclerosis Múltiple y Parkinson, 78 de los cuales confirmaron que habían tenido un trauma en la cabeza o en el cuello antes del desarrollo de la enfermedad. Estos pacientes fueron examinados y estuvieron bajo el cuidado de ejercicio privado del autor durante un periodo de más de 5 años en un ambiente no experimental sin un grupo de control. Este trabajo no significa que sea un estudio de investigación controlado, pero sí sirve para proporcionar las bases para una futura investigación. Los informes de dos de los 81 casos ( 1 de Esclerosis Múltiple y 1 de Parkinson) fueron publicados en revistas científicas (revisadas y controladas por profesionales del ámbito). Otros informes que documentan el éxito de los tratamientos de los pacientes con diagnósticos similares usando el cuidado quiropráctico en la zona de las cervicales superiores, están limitados primordialmente a la investigación dirigida por Palmer de las cervicales superiores, hace 70 años, los cuales nunca han sido publicados en la misma manera. Los pacientes con otras condiciones neurológicas tales como migrañas y el Síndrome de Tourette, también respondieron favorablemente a los cuidados quiroprácticos de las cervicales superiores siguiendo el protocolo IUCCA. En ambos casos, los pacientes informaron de accidentes y traumas substanciales en la cabeza o cuello anteriores al inicio de los síntomas y diagnósticos.
CARACTERISTICAS CLÍNICAS: De un total de 81 casos de Esclerosis Múltiple y enfermedad de Parkinson, 44 individuos con Esclerosis Múltiple y 37 con Parkinson consintieron en el examen y tratamiento para la práctica privada de la autora. Los pacientes empezaron su tratamiento en varios intervalos durante un período de más de cinco años. La duración del tratamiento varió de uno a otro dependiendo de cada persona. Los datos de los 44 pacientes con Esclerosis Múltiple y de los 37 con Parkinson fueron recopilados y listados en las tablas 1 y 2 respectivamente. Los pacientes de Esclerosis Múltiple iban desde una edad comprendida entre los 21 y 66 años y presentaban la enfermedad diagnosticada por sus neurólogos en un rango de entre 1 año a 20 años. La mayoría de los pacientes informaron que ya habían probado de todo para aliviar sus síntomas incluidos las prescripciones médicas, manipulación de osteopatas, terapia física, terapia de masajes, rolfing, acupuntura, hierbas, medicina china, chelation, dietas especiales, suplementos… Se preguntó a los pacientes si habían sufrido algún tipo de trauma (golpe en la cabeza, conmoción, latigazo, accidente, caída, etc., anterior al inicio de la Esclerosis Múltiple o Parkinson. De los 44 pacientes de Esclerosis Múltiple, 43 (98%) recordaron algún tipo de trauma. (Tabla 1). De los 37 pacientes de Parkinson, 35 (95%) recordaron algún tipo de trauma. (Tabla 2). De los 78 pacientes quienes recordaron algún tipo de trauma (muchos recordaron más de uno), 39 (21 pacientes de parkinson y 18 pacientes de Esclerosis Múltiple) informaron el haber sufrido uno o más accidentes de trafico (la mayoría fueron accidentes leves por la parte trasera) 29 informaron golpes en la cabeza y/o en el cuello durante actividades deportivas, incluido el esquí, la bicicleta, montando a caballo, ejercicios gimnásticos, etc…Y 16 informaron de caídas en aceras heladas o caídas en las escaleras. En otras incidencias de menor grado, un hombre informó haber sido golpeado en la cabeza por una vaca, otro hombre informó de golpes en la cabeza a consecuencias de accidente con maquinarias muy pesadas, y dos mujeres informaron de conmociones a causa de abuso doméstico. La duración entre los hechos traumáticos y las enfermedades varían desde los dos meses a los 30 años.

INTERVENCIÓN: Cada paciente fue examinado y cuidado utilizando el protocolo desarrollado por la Asociación INTERNATIONAL de UPPER CERVICAL CHIROPRACTIC (IUCCA), incluidos el uso de la imagen digital infrarroja paraespinal y las radiografía láser-alineada en las cervicales superiores, el procedimiento del ajuste de la postura Rodilla-Pecho, y recuperación post-ajustes. El cuidado, explicado en detalle en previas publicaciones, está basado en la investigación original sobre las cervicales superiores realizado por Palmer hace 70 años. Para diagnosticar el daño en la columna, se realizó un análisis térmico paraespinal, utilizando el Tytron C-3000 de acuerdo con los protocolos termográficos. En los 81 casos, escáneres paraespinales contenían asimetría estática termal de 0.5 grados o mayor, lo cual indica neuropatolofisiologías originadas en la zona superior de las cervicales. Basado en los resultados de los escáneres termales, se tomaron una serie de radiografías en las cervicales (de lateral, de atrás hacia delante, de boca abierta y de base posterior) utilizando una maquina especialmente diseñada (American X-RAy Corp.) que incorpora un marco alineado por láser, un láser montado en el tubo de rayos X (Titronics Research and Development), una silla especifica para posicionar y con sujeciones en la cabeza. Esta configuración está diseñada para asegurar con certeza la desviación que hay de de la zona cervical superior con respecto al canal neurológico (y por ende la médula espinal). Los análisis de las radiografías de las cervicales superiores revelaron desviación de la zona cervical superior con respecto al canal neurológico, o subluxaciones de las vértebras superiores cervicales en los 81 casos. Como media, el atlas y el axis de cada paciente estaba desviado del agujero magnum (occipital) lateralmente (a la izquierda o derecha) por unos cinco milímetros o menos, y girado (anteriormente o posteriormente) por cinco grados o menos. En las tablas 1 y 2, los listados de los atlas desviados lateralmente se presentan con L (izquierda) o R (derecha) y la rotación A (anterior) y P (posterior). La desviación lateral del axis se presenta como (ESL) a la izquierda, y (ESR) a la derecha Debido a que las subluxaciones de las cervicales superiores fueron descubiertas in los 81 casos, se recomendó que estos pacientes recibieran los cuidados necesarios para corregir estos daños cervicales. Antes de comenzar el cuidado, se advirtió a los pacientes que continuaran sus tratamientos médicos, incluidas las medicinas a no ser que su doctor les suspendiera el tratamiento. Después del consentimiento, se empezaron los cuidados de acuerdo con el protocolo de la IUCCA, para corregir las desviaciones de las vértebras cervicales superiores. Para recibir el ajuste, se colocó a cada paciente en una camilla especial (knee-chest) con sus cabezas giradas hacia el lado derecho o izquierdo, utilizando el arco posterior del atlas o la lámina del axis como punto de contacto y ejerciendo una fuerza de ajuste con las manos. Al acabar los ajustes, cada paciente se tumbaba en una sala de recuperación post-ajustes durante 15 minutos siguiendo el protocolo termográfico. Después de los 15 minutos, se realizaba un escáner térmico post-ajuste, para asegurar la recuperación de la neurofisiología normal. Todas las subsiguientes visitas comenzaban con el escáner térmico. El ajuste sólo se hacía cuando el paciente presentaba de nuevo asimetría térmica. Si se hacía un ajuste, se realizaba un segundo escáner después del período de recuperación para determinar si la simetría normal térmica ocurría de nuevo. Como media, los pacientes iba a la consulta dos veces por semana durante las dos primeras semanas de cuidados, una vez por semana durante las próximas cuatro semanas, dos veces la mes durante el mes siguiente, una vez al mes durante los siguientes tres meses, y una vez cada tres meses posteriormente. RESULTADOS: Los resultados de los 44 pacientes con Esclerosis Múltiple y los 37 pacientes de Parkinson se muestran en las tablas 3 y 4 respectivamente. Las tablas indican el género, la edad, los años desde el diagnóstico, síntomas iniciales, mejoría de los síntomas y la categoría de la mejoría (menor, moderado, sustancial o sin cambios). Si la condición del paciente permanecía igual durante el tiempo de los cuidados, se indica como “sin cambios”. Los pacientes que mostraron mejoría o ausencia de síntomas en menos de la mitad de ellos, se indican como “mejora mínima”. Los pacientes que mostraron mejoría o ausencia de síntomas en la mitad de ellos se muestran como “mejoramiento moderado”. Si los pacientes mostraron mejoría o ausencia de síntomas en la gran mayoría de ellos se muestran como “mejorías substanciales” . De los 44 casos de Esclerosis Múltiple, 40 (91%) mostraron mejoría. De estos 44, 28 de ellos mostraron mejorías substanciales, 8 mostraron mejorías moderadas y 5 mostraron mejorías menores. No se presentó progresión de la Esclerosis Múltiple en los casos durante el período de cuidados, los cuales variaron de 1 a 5 años dependiendo de cada paciente. 4 casos mostraron ningún cambio en su condición (estabilidad). De los 37 pacientes de Parkinson, 34 (92%) mostraron mejorías. De estos 37, 16 mostraron mejorías substanciales, 8 mostraron mejorías moderadas y 11 mostraron mejorías menores. No se presentó progresión de la enfermedad durante el período de cuidados, los cuales variaron de 1 a 5 años dependiendo de cada paciente. 3 casos mostraron ningún cambio en su condición (estabilidad). HIPÓTESIS: 78 pacientes de los 81 con Esclerosis Múltiple y Parkinson tuvieron un trauma en la cabeza o cuello anterior al inicio de la enfermedad, incluyendo golpes en la cabeza, latigazos, o conmoción como resultado de un accidente de coche, deportivo u otro tipo de accidentes. Estos hechos son consistentes con estudios retrospectivos llevados a cabo con pacientes de Esclerosis Múltiple o Parkinson. En este estudio, los pacientes fueron examinados para confirmar el daño causado en la columna como consecuencia del trauma. Se realizaron dos exámenes de diagnóstico, de acuerdo con el protocolo de la Upper Cervical Chiropractic Association (IUCCA)- la proyección de imagen infrarroja digital y de radiografías láser-alineadas en las cervicales superiores. En los 81 casos, se encontraron subluxaciones en las cervicales superiores debido a los traumas. Después de realizar los cuidados quiroprácticos de acuerdo con el protocolo de la IUCAA, 91% de los pacientes de Esclerosis Múltiple y 92% de los pacientes de Parkinson, mostraron mejorías, y todos mostraron estancamiento en la progresión de las enfermedades durante el tiempo que recibieron cuidados quiroprácticos. El 70% de los pacientes de Esclerosis Múltiple que mostraron mejoría, y el 47% de los pacientes de Parkinson que mostraron mejorías, mostraron mejoras substanciales, declarando la ausencia o mejorías significativas de la mayoría de los síntomas. Hipótesis: Ambas enfermedades, Esclerosis Múltiple y Parkinson, pueden ser producidas como resultado de traumas de cabeza o cuello, dando como resultado de estos traumas daños en las cervicales superiores. Estos daños pueden ser diagnosticados y corregidos mediante cuidados quiroprácticos de las cervicales superiores siguiendo el protocolo de la IUCCA. Finalmente, la corrección de los daños pueden disminuir y revertir los procesos de las enfermedades de Esclerosis Múltiple y Parkinson.

CONCLUSIÓN: 81 pacientes con Esclerosis Múltiple y Parkinson fueron examinados y cuidados mediante el protocolo desarrollado por la Internacional Upper Cervical Chiropractic Association (IUCCA). Se confirmaron traumas en el cuello o cabeza en 78 de los casos: se encontraron subluxaciones en las vértebras cervicales superiores en los 81 casos, y el 91 por ciento los casos respondieron al cuidado con mejoría de los síntomas y reversión y/o no progresión de las enfermedades. Estos resultados indican una relación casual entre el trauma, los daños en las cervicales superiores, y el inicio de las enfermedades de Esclerosis Múltiple y Parkinson. Corrigiendo el daño en las cervicales superiores mediante el uso del protocolo IUCCA puede disminuir y revertir la progresión de ambas enfermedades. Se recomienda un estudio en un ambiente controlado con un número mayor de pacientes.

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