Hola, me llamo Sonia y tengo 31 años. Tengo dos hijos: uno de 5 años y otro de 2.
Mi marido fue quien acudió al centro quiropráctico, pero en un principio reconozco que no me inspiraba mucha confianza, aún sabiendo que se lo había recomendado nuestro médico de familia.
Yo tengo un dolor constante en el brazo izquierdo que me limita mucho la calidad de vida del día a día. Por otra parte, mi hijo de dos años tenía bronquitis desde los dos meses, semana sí, semana no.
Cansada de antiinflamatorios, relajantes musculares, masajes, infiltraciones para mi dolor, opté por acudir a una de esas charlas que da el Dr. Marc.
Cansada también de dar todo tipo de medicinas a mi hijo en vano: ventolín, pulmicirt, singulair, antibióticos, etc. y en consecuencia, disminuir su apetito y su peso entre otras cosas, mi marido y yo optamos por el cuidado Quiropráctico y reeducar muchos “malos hábitos” y concepciones erróneas sobre la salud que teníamos.
Han pasado casi seis meses y noto una ligera mejoría; soy consciente que para obtener resultados palpables se necesita tiempo y repetición. Pero sin duda, que gran acierto fue llevar a mi pequeño porque no ha vuelto a tener ni una sola bronquitis, y lo mejor de todo…¡hemos prescindido del tratamiento de base de todo el año!