Soy Helena, tengo 61 años y vivo en Mataró.
Un día, vi una publicidad en un semanario que me hizo pensar que la Quiropráctica podía ayudarme a resolver muchos problemas que tenía. Decidí llamar y acudí al centro.
Tenía muchos problemas de cervicales que iban siempre acompañados por vértigos y mucha sensación de pérdida de equilibrio. Esto hacia que muchas veces me sentía insegura en muchos aspectos. Me daba un poco de reparo a veces, salir a la calle por miedo a tambalearme o incluso caerme. Pensaba en ¡qué pensaría la gente si me veían ir de lado a lado, por mi inestabilidad!
Había probado muchos tratamientos diferentes, antes de ir por primera vez al quiropráctico. Había tomado gotas y pastillas pero no había tenido ninguna mejoría. Había seguido diferentes tratamientos pero no tuve demasiados resultados.
Desde que vengo al quiropráctico vivo por fin, sin la sensación de vértigo que tenía antes. He recuperado la estabilidad y me siento más segura cuando salgo sola por la calle. ¡Estoy muy contenta!, y sé que pronto tendré muchos más cambios.